Informe del BIS cuestiona el papel de las stablecoins como dinero
El Banco de Pagos Internacionales (BIS) ha publicado un informe que cuestiona si las stablecoins pueden funcionar efectivamente como dinero en los sistemas financieros modernos. El informe identifica tres deficiencias clave: falta de singularidad (valor uniforme), insuficiente elasticidad (ajuste de la oferta) y preocupaciones de integridad (riesgos de delitos financieros). Estos hallazgos han generado debate entre expertos en criptomonedas y reguladores financieros.
Preocupaciones clave sobre las stablecoins
El análisis del BIS destaca problemas fundamentales con las stablecoins como instrumentos monetarios:
- Singularidad: Las stablecoins carecen de valor consistente en las transacciones debido a las fluctuaciones en los tipos de cambio
- Elasticidad: No pueden ajustar dinámicamente la oferta como las monedas tradicionales
- Integridad: Las transacciones en blockchain pública plantean preocupaciones sobre lavado de dinero y evasión de sanciones
Recomendaciones regulatorias
Si bien reconoce los beneficios de las stablecoins para los pagos transfronterizos, el BIS aboga por una supervisión estricta para abordar:
- Vulnerabilidades a delitos financieros
- Posibles amenazas a la soberanía monetaria
- Riesgos sistémicos para la estabilidad financiera
Tokenización como solución alternativa
El informe contrasta las stablecoins con la tokenización, que ve con mejores ojos. La tokenización podría modernizar la infraestructura financiera al:
- Mejorar la seguridad de los activos digitales
- Aumentar la eficiencia de las transacciones
- Construir sobre los sistemas financieros existentes en lugar de reemplazarlos
Respuesta de la industria
Los líderes de la industria de las criptomonedas han cuestionado los hallazgos del BIS. Jim Walker, Economista Jefe de Aletheia Capital, señaló: «Los bancos centrales mismos han enfrentado numerosos fracasos históricos en la gestión monetaria.» Esta perspectiva refleja un escepticismo más amplio sobre las instituciones financieras tradicionales que evalúan innovaciones en criptomonedas.